Bolaños forzó a Montero a decir que no hay mayoría para la sedición tras exigirle Pons explicaciones
La negociación entre el Gobierno y el PP sobre la renovación del CGPJ se rompió por un momento clave. El que protagonizó la ministra de Hacienda y número dos del PSOE, María Jesús Montero, este jueves en la tribuna del Congreso el pleno debate presupuestario. «Lo traeremos a esta Cámara, que tendrá que decidir sobre esta cuestión», anunció Montero. Esta declaración en sede parlamentaria sobre la reforma del delito de sedición disparó las alertas en el PP.
Tanto es así que, según ha podido saber OKDIARIO en exclusiva de fuentes conocedoras de las conversaciones, el vicesecretario de Acción Institucional de Génova, Esteban González Pons, se puso en contacto con el otro negociador, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, para exigirle explicaciones y sobre todo una rectificación.
Tras ello, en efecto, la ministra de Hacienda rectificó en los pasillos del Congreso de los Diputados -fuera ya del hemiciclo- e incluso pidió disculpas por si se habían malinterpretado sus palabras. La ministra señaló a los periodista que lo que ella había expresado en el debate parlamentario fue «absolutamente lo mismo que dijo el presidente Sánchez respecto a que la voluntad del Gobierno es homologar determinados delitos a estándares europeos». Y recalcó aquí que para esa reforma del delito de sedición, que rebajaría las penas, «necesitamos una mayoría y que el compromiso del presidente es impulsarlo en el momento en el que existan esas mayorías».
«Disculpad si en algún momento habéis entendido que estaba haciendo un anuncio añadido a lo que ya existía, para nada. Estaba reproduciendo, ante la interpretación de ERC, lo que el presidente del Gobierno ya había trasladado en primera persona», fueron las palabras de Montero en los pasillos del Congreso tras su polémica intervención en el Pleno del Congreso.
Fuentes de Génova señalan que fue tras el anuncio de la ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE a primera hora de ayer en la tribuna del Congreso de los Diputados, donde avanzó en pleno debate presupuestario que el Gobierno llevará a la Cámara la reforma del delito de sedición, cuando Feijóo intercambió opiniones con «miembros de la dirección del PP, con diferentes dirigentes territoriales y con algunas personas que le trasladaron sus puntos de vista». Entre ellos, la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, le trasladó en privado que seguir con la negociación era una «barbaridad», según fuentes populares.
Sánchez, a favor de ERC
Después de estos contactos con los suyos, se produjo ya llamada telefónica entre Feijóo y Sánchez en la que el presidente del Gobierno volvió a hacer otro cambio de guion a favor de Esquerra Republicana de Cataluña, sus socios separatistas en esta legislatura. Tal y como ha revelado el líder del PP este viernes, Sánchez le «confirmó» que la reforma del delito de sedición está en la «agenda legislativa» del Gobierno. Ante esto, Feijóo le planteó que entonces debían abordar en paralelo a la renovación del Poder Judicial una reforma de los delitos de rebelión y sedición -el PP quiere agravar las penas-, así como la tipificación como delito de la convocatoria de referéndum ilegal. Sin embargo, Sánchez no se comprometió a esto último, ha señalado el dirigente popular.
En un desayuno informativo organizado por el diario El Correo en Vitoria (Álava), Feijóo ha manifestado que «no se puede pactar la renovación del órgano de gobierno de los jueces con quien pretende ahora, con esta reforma (de sedición), dejar sin efecto las resoluciones de los jueces».